My Lovely World

 El siguiente destino en Grecia fue Léucade, una isla que se conecta con la parte continental de Grecia a través de un puente, por lo que pudimos llegar a ella en colectivo. Nos instalamos en un camping, como a 3 kilómetros del centro, por donde paseamos con mi novio de la mano, por la orilla de una especie de puerto lleno de embarcaciones particulares. En el centro disfrutamos de unos riquísimos waffles con helado, y un buen café griego, que según el mozo era "strong for your mind", y lo comprobamos al ver que la particularidad de café griego, es que tiene la borra bien fina disuelta en la taza, para más placer. El camping en el que pasamos 2 noches estaba a unas 5 cuadras de la playa que se ve en las fotografías, a la que fuimos un día, pero no nos metimos al agua, debido a que estaba muy fría! El día era cálido y hermoso, pero el agua fría nos acobardó, fue la única playa fría en todo el mes que pasamos en ese precioso país. De todos modos pasamos la tarde modorreando, y d

El siguiente destino en Grecia fue a Parga, uno de los lugares que más me gustó, debido al paisaje, con abundantes playas, rocas gigantes, calles en forma de caminitos y escaleras llenas de lugares para comer, tomar helado, o comprar objetos de recuerdo... Habremos llegado a eso de las 15 hs, con un sol bien caluroso. Buscamos un camping a una cuadra de la playa, que no alquilaba carpas, pero nos prestaron una que tenían sin armar. Luego de armar la carpa nos fuimos a la playa. Primero estuvimos en una que era preciosa, que es la que se ve en las siguientes fotos. Luego de refrescarnos y descansar al sol, caminamos por la playa hasta llegar a las calles que parecían senderos, y visitamos las ruinas de un castillo, que estaba en la cima de una de las callecitas. Desde ahí arriba, la vista de las casas, la playa, las colinas de fondo, todo era hermoso!  Luego de explorar el castillo minuciosamente, fuimos a otra

 Generalmente los check out de los hoteles/hosteles/campings o donde sea que nos quedábamos, solía ser entre las 11-12 del medio día. Luego de pasar una noche en el camping en Corfu, nos levantamos e hicimos las cosas de rutina como bañarnos y hacer la mochila, no sin antes aprovechar un desayuno almuerzo en la carpa que tenía anafe y utensilios de cocina, cosa que no conseguíamos en otros lugares.  Cuando se hizo la hora de salir, nos tomamos el bus hasta el puerto, y allí, nos subimos al primer ferry en ese país, que nos llevaría hasta la parte continental de Grecia. Foto tomada desde el ferry, saliendo de Corfu. El ferry nos llevó hasta Igumenitsa, donde rentamos una sencilla carpa en un camping que estaba a metros del mar, una playa hermosa de arena, con aguas cristalinas y con poca gente. En las fotos se puede ver el atardecer en la playa, la luna luego del atardecer, y la mañana luego del amanecer. Recuerdo que la playa en un momento doblaba, y estaba compl

Al otro día de haber aterrizado en Milán, nos dirigimos en bus al aeropuerto a tomar el vuelo programado a Corfu Una vez en Corfu, pasamos un día en Kerkyra, donde caminamos por el puerto, conocimos lo que quedaba de una construcción enorme que era similar a un castillo, y paseamos por el centro. Al otro día nos fuimos en bus hasta la playa, donde pasamos la noche en un camping que tenía unas carpas enormes, completamente equipadas y nos pudimos cocinar algo diferente de los sandwiches de mostaza y queso que veníamos comiendo. El camping se encontraba a una cuadra de la playa, esa fue la primer playa en la que estuvimos en ese país, el agua era cristalina, y la costa estaba formada por pequeñas piedritas de colores Ph: Inda Morena y Javier Ángeles.

Mi novio y yo nos fuimos de viaje a Grecia. Un mes duró la travesía. Para que nos saliera más barato, compramos un pasaje a Milán, y de ahí, tomamos un vuelo de corta distancia hasta Corfu, una de las islas griegas. Es día que despegamos hacia Milán, era un día nublado y gris. La única vez que yo había volado tenía un año, por lo que no recordaba lo que era viajar en avión, pese a esto, no estaba preocupada, sólo expectante hacia la nueva aventura. Luego de los papeleos de rutina antes del vuelo, nos acomodamos en el avión. El despegue fue normal, más suave de lo que imaginaba, pero la magia real estuvo cuando el avión subió lo suficientemente alto como para estar por sobre las nubes, y de repente, vi el sol, que el día nublado, desde abajo no lo permitía, y debajo del avión, sólo se veía una alfombra de nubes. En ese momento entendí porque siempre dicen que Dios está en el cielo... El vuelo a Milán tenía un transbordo en Madrid, en donde tuvimos que esperar 5 hs, tiempo